DE LA MUERTE SEGUNDA.
Este tema, contendría previamente para su explicación las
teorías de la reencarnación y de la evolución espiritual, para llegar finalmente
a este tema que se encontraría dentro de la teoría de la involución espiritual. Según desde mi
particular punto de vista. (Ya que existen otros sentidos en la concepción de
lo que se comprende como involución espiritual, según el enfoque que se le dé).
DE LA REENCARNACIÓN.
Comprendiendo que la reencarnación es un proceso en el cual
los seres continúan su vida a través del tiempo, con la finalidad, al parecer,
de que encuentren finalmente su perfección, y con ello, tener la oportunidad de
acercarse finalmente a la inmortalidad con el perfeccionamiento de su ser.
Sobre este tema hay muchas referencias de situaciones que
llaman la atención sobre este tema. Generalmente niños que recuerdan su pasado,
otros que por circunstancias especiales, lo hacen, ya sea bajo hipnosis,
experiencias cercanas a la muerte, etc. etc. Existiendo todo un consenso de
esta situación en muchas sociedades y religiones del mundo.
CASUALES OBSERVACIONES EN MI PERSONA SOBRE ESTE TEMA:
Al pasar los años, yo un mismo me encontré tener algunos
indicios de algún pasado. De ellos, solamente comentaré tres.
1.- De niño recuerdo que de algunos cinco años, me gustaba
dormirme en flor de loto. Mi madre a veces me llamaba extrañada preguntándome:
¿Que estás haciendo? Y yo me despertaba. Y desde entonces, y hasta la fecha, me
gusta adormilarse en esa posición y después dormirme acostado más normalmente.
Por ahora, evito dormirme en esa posición, debido a que con la edad (tengo 60
años) pudiera tener consecuencias en mi circulación sanguínea a futuro. Por
ello sólo trato de mantener este estado, a más tardar una hora.
2.- Desde chico tuve una gran inclinación a lo místico.
Con el tiempo me he preguntado, (Si es que la reencarnación
existe) si yo pude haber sido un monje oriental. Y a veces pienso más. Si quizás
yo fui uno de esos monjes ermitaños, que suelen morir solos en posición de flor
de loto. Entregando su espíritu a Dios en su último aliento.
Esa pudiera ser una explicación a mi profunda inclinación
desde la infancia a dormir de esa forma además a mi inclinación hacia lo
místico. Y yo no conocería la doctrina de Jesucristo. Pero Dios me traería a
esta tierra mexicana con todas mis circunstancias para conocer de ella.
3.- Finalmente,
recuerdo que cuando estudie la astrología, mi mente de pronto revolucionó
intensamente, haciendo relaciones y entendiendo este tema, de manera sumamente
rápida. Tuve como en una tormenta de ideas. Situación que me llamó mucho la
atención y con el tiempo, a veces me pregunto si en realidad estaba yo
entendiendo, o estaba RECORDANDO, esto, que de alguna manera pudo haberse
conservado en la memoria de mi espíritu.
Lo pienso, porque generalmente, al morir, abandonaríamos
nuestra física “computadora cerebral” y con ella, dejamos todo el disco duro de
la información que tuviéramos. Y nos llevaríamos aparentemente solamente el
software básico de nuestro sistema espiritual con el cual estaríamos nuevamente
preparados en un nuevo renacimiento a incorporar renovados programas y datos
familiares y sociales. Por lo tanto ¿Cómo podría haberse comprimido este
conocimiento en mi espíritu. Ya que no es algo básico? Finalmente creo que fue
solo un rápido entendimiento.
MI INTRODUCCIÓN EN EL MUNDO DE LO ESPIRITUAL, ESPECIALMENTE,
EN EL DE LA BAJA DIMENSIÓN.
En mi juventud, después de haberme declarado a mí mismo un
místico. Tuve una profunda experiencia espiritual. Siendo atraído por unas
niñas que jugaban con la ouija y me adivinaban el pensamiento. Yo estaba
sorprendido de ello. Y en mi incauta juventud, probé este juego. Inicialmente,
me sentí fascinado por llegar a tener incluso un contacto telepático con esta
entidad. Pero posteriormente, sentía la presencia constante de un espíritu y el
encanto terminó, cuando afloró su maldad al inducirme bajas actitudes y querer poseerme
totalmente. La lucha fue larga para deshacerme de esta entidad adivinatoria.
Fue poco a poco a través de no darle mi energía de atención hacia ella, la
oración, el estudio y el fortaleciendo de mi cuerpo a través del deporte. Pero
en esta lucha aprendí mucho de su naturaleza, la cual nunca he dejado de
valorarla como místico que soy. Ya que la mejor manera de enfrentar al enemigo,
es conocer sus artimañas y su conducta.
Mas Dios sabe porque permite que nosotros pasemos por
situaciones tan malas, porque de ellas podemos obtener gran fortaleza y
sabiduría. Pues para mi, el haber tenido esta experiencia, me dio la
oportunidad (quizás ésa era la meta de Dios), de entender la naturaleza de las
entidades de la baja dimensión a través de décadas, a través de una constante
observación de este fenomenología. Incluso, aún tan recientes, que a finales de
2010. Tuve una última gran apreciación para entender más esta situación. Fue un
día que estaba haciendo una hermosa meditación, donde visualizaba y sentía la
amorosa presencia de Dios. Pero al amanecer, me levantaba en la obscuridad
espiritual. Y eso me llamó la atención. ¿Por qué, si tan sólo a unas horas
estaba brillando en el amor espiritual de la meditación. Después me dormía, y
al transcurrir algunas siete horas, mi espíritu volvía a estar tan apagado? ¿Por
qué no conservaba esa luz, la cual indudablemente me ayudaría bastante a
proseguir con mayor estabilidad espiritual en el camino de Dios? Este enigma
llamó mucho mi atención y entonces puse mucha atención observando por qué me
sucedía esto. Deje pasar las semanas… mi mente, alma y espíritu palpaban esta
situación de forma sub consciente. Y antes de tres meses, llegué a la
conclusión de que aquello que obscurecían mi espíritu, era como un finísimo
polvo espiritual que bajaba a mi ser (como lo tendería a hacer con todo ser
viviente) de forma continua y natural. Pero era un polvo que tenía vida y que
era atraída a la vida de forma natural. Y palpé que eran los resquicios de algo
que una vez tuvo vida espiritual. Fue ahí que entendí a mayor profundidad, que
los seres espirituales que han caído en el error, involucionan hasta llegar a
ese punto y quizás finalmente perderse en la nada. Entonces entendí
profundamente lo que bíblicamente se le llama la muerte segunda. Señalada en
Apocalipsis 2- 11, 20- 14 y 21- 8.
Hasta ahora se habría contemplado la teoría de la
reencarnación y la de la evolución espiritual. Pero como una negativa
consecuencia. Ahora estaríamos tratando sobre el misterio de la involución
espiritual, en este particular sentido, y cuya existencia estaría
implícitamente contenida al mencionarse la muerte segunda.
Ahora nos enfocaremos en las causas de la involución
espiritual y específicamente porque:
LOS SERES QUE SE ENCUENTRAN EN LA DIMENSIÓN DEL MAL HAN
CAÍDO EN ELLA, YA QUE ESPIRITUALMENTE SE HAN CERRADO EXCESIVAMENTE A SU(S)
ERROR(ES) O PECADO(S).
Por principio, la dimensión del mal no se encuentra ubicada
en una sola región o lugar. Sino que al parecer, su dimensión espiritual está
tan cerca de nosotros, como también se encuentra la dimensión de Dios. O sea,
convivimos naturalmente entre ambas. Pareciera que nosotros nos encontramos en
una dimensión intermedia en la cual se encuentran contiguas las otras dos
dimensiones. De tal manera, que nosotros podemos estar bajo la influencia de las
fuerzas del mal, como también de las fuerzas divinas, dependiendo de nuestra
inclinación, atracción, voluntad, nuestro pasado y las afectaciones de las
personas que nos rodean.
El primer paso para caer en la dimensión del mal. Se
provocaría cuando nosotros empezamos a inducir o manchar nuestro espíritu con
una determinada actitud negativa o pecaminosa. Pongamos por ejemplo: la
drogadicción. Un ejemplo muy avasallante. Cuando una persona se introduce en el
mundo de las drogas, inicialmente creará una adicción de sustancias en sus
células. La naturaleza siempre busca fuentes de energía que le den mayor vida.
Sin embargo, la naturaleza es ciega a ese nivel. Y cuando se acostumbra a
trabajar con sustancias que aparentemente le benefician de forma extraordinaria.
Tienden a utilizarla, olvidándose de los anteriores alimentos pobres. Creando
un círculo vicioso a este nivel. Pero también existe una poderosa atracción
hacia el polvo y las entidades de la dimensión del mal que tengan esta
inclinación. Y una persona, entre mayor tiempo dure en la drogadicción, mayor
sería la acumulación de este polvo y entidades, las cuales, también, tenderían
a no permitir a la persona a volver a su estado relativamente más limpio y
natural. Creándose un ciclo vicioso en este nivel. Así, esta persona se
encerraría física, en alma y espíritu en esta situación.
Si su obsesión hacia las drogas es muy fuerte y se ha
profundizado en alma y espíritu. Cuando muere, su obsesión puede mantenerlo en
esta situación por mucho tiempo, perdiendo el natural interés de reencarnar, al
mantenerse mentalmente en su obsesivo vicio.
Sabiéndose además, que un vicio atrae a otros; relativos o
satélites. Esto puede enredar más una situación de auto encierro obsesivo. Y al
no reencarnar, pierde la oportunidad de evolucionar espiritualmente.
De forma analógica podríamos señalar los demás pecados o
errores que el hombre puede cometer, para insertarse en ellos espiritualmente,
encapsularse. Ya sea por odio, venganza, apego a las riquezas etc. etc.
Por ello diría nuestro maestro Jesucristo que temamos perder
nuestra alma, que en realidad es lo valioso y no temamos tanto en morir
físicamente. Cuando dice: Mateo 10, 28. “Nada temáis a los que matan el cuerpo
y no pueden matar el alma. Temed antes al que puede arrojar alma y cuerpo en el
infierno.”
Y aunque esta situación de auto encierro alma-espíritu pareciera
ser muy rara. Pues no parece que en general los seres humanos lleguen a tales
extremos (Aunque quizás no tanto, si observáramos bíblicamente la gran cantidad
de seres que se encuentran en esta dimensión del mal). Parece que cuando una
persona cae en esta situación, cuando muere puede evitar este encantamiento, al
tener consciencia de ello y luchar para desligarse de ella en su caso, lo cual
generalmente lo lograría después de algunos días, aunque en otros, su apego a
los vicios y las cosas del mundo pudiera ser más fuerte, y su liberación
pudiera sucederse dentro de años o incluso a través de centurias. Muchos de
ellos pueden ser aquellos fantasmas que persisten en lugares encantados.
Pero cuando se rompe con esta situación, se puede ir al
paraíso.
Esta es la razón por la cual es tan importante rezar por los
recién fallecidos, porque con la ayuda de nuestras plegarias, ellos pueden ir
más rápidamente hacia el cielo.
Pero uno se maravilla de cuantos malos espíritus hay. Y es
que no sólo nuestra civilización sería su fuente, sino la de otras
civilizaciones, de otros mundos e incluso de otros universos.
UNA CARACTERÍSTICA MUY GENERALIZADA EN LOS SERES DE LA BAJA
DIMENSIÓN. ES LA FALTA DE UN CRITERIO AMPLIO.
Como consecuencia, los seres de la baja dimensión tienen una
característica muy al orientarse tan profundamente en un pecado obsesivo. Error
que ha destruido en su espíritu muchas facultades, al concentrar toda su
energía, a proseguir viviendo en su pecado de forma cerrada o egoísta. Incluso
llevándolo hacia toda forma de vida que sea afín con su error. Esta situación
destruye la amplitud de su criterio poco a poco y con ello, destruye su
espíritu que con tanto tiempo al parecer Dios lo creó y ayudó a través de miles
de millones de años, para que el ser lo pierda en su necedad a través de miles
de millones de años, a pesar de todas las advertencias, hasta llegar finalmente
a la nada.
Esto
es lo que bíblicamente se le llama la muerte. La más peligrosa para todo
ser espiritual. Pues se pierde lo más valioso que poseemos. Mientras las
virtudes fortalecen y perfeccionan nuestro espíritu para lograr entrar en el
Reino de Dios.
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